El Día Meteorológico Mundial conmemora la entrada en vigor, el 23 de marzo de 1950, del convenio por el que se creó la
Organización Meteorológica Mundial. Un año después de su creación, sería nombrada organismo especializado de las Naciones Unidas con el objetivo de asegurar la cooperación en materia meteorológica.
La variabilidad del clima está provocando, cada vez más, fenómenos extremos que se llevan por delante miles de vidas en diversas regiones del planeta. Por ejemplo, entre 1956 y 2005, el número de desastres de origen meteorológico, climático e hidrológico —el 90% del total de las catástrofes naturales— se multiplicó por diez; sin embargo, a medida que ha mejorado la prevención sobre pronósticos, el número de víctimas mortales ha pasado de 2,66 millones entre 1956 y 1965, a 0,22 millones en la última década.